El tranvia del ingeniero Mugica

En los tiempos que corren, tiene que resurgir una poesía que se rebele a las circunstancias que dominan a la sociedad. Debemos liberarnos del materialismo, del qué dirán los demás, del imperativo de ganar dinero... Debemos hacer las cosas por amor a nuestra vida, no por inercia social. De esta forma, sin darnos cuenta estaremos disfrutando de nosotros mismos y creando un mundo mejor. La poesía social es entendida como un instrumento preocupado por los problemas del mundo y las injusticias sociales. Se abandona la expresión de lo íntimo o existencial, lo importante es denunciar las injusticias, mostrar la solidaridad con los demás, especialmente con los desfavorecidos. El poeta intenta que sus textos sean comprensibles para el mayor número posible de lectores. Emplea un lenguaje claro y funcional, con un tono coloquial. Las metáforas, las imágenes, los recursos estilísticos en general se siguen empleando, pero sin que dificulten la comprensión del poema. La estética está subordinada al contenido.